En este artículo anterior vimos la importancia de Van Van para la música cubana, pero quedaron en el aire algunas cuestiones. Dije que este grupo alimentaba sus canciones del argot popular y viceversa, y es hora de demostrarlo. En este artículo vamos a comprender la relación de Van Van con el habla popular cubana: ¿música popular o vulgar?
Lo vulgar y lo culto en el lenguaje.
En la actualidad la relación entre el lenguaje culto y vulgar ocurre de forma más dinámica. No hace falta que transcurran décadas para que una palabra vulgar gane prestigio en hablantes cultos.
La velocidad del mundo moderno y los nuevos avances de la ciencia y la técnica, de los medios de difusión masiva y artes como la música, son responsables de que las voces “corran” más rápidamente.
¿Los Van Van?
La agrupación musical Juan Formell y los Van Van, desde sus inicios, ha estado llena de particularidades. Concebida en el formato tradicional de la charanga, ha tenido la suerte de contar con músicos prominentes, cuyos aportes han incidido a que constituya el fenómeno más importante, revolucionario y sostenido de la música cubana popular bailable de las últimas décadas. Puedes saber más de su música en este otro artículo de este blog.
Ciertamente, mucho se ha precisado sobre la formación de Formell, su obra creativa y su talento musical, sin embargo, en internet hay pocos análisis lingüísticos que demuestren que en las letras de las canciones de dicha agrupación se percibe una evolución del habla popular,
y que con este se pudiera esclarecer un poco cuáles son los límites entre el registro vulgar y popular de los hablantes.
¿Qué decían los críticos de Van Van en los años ochenta?
Lamentablemente, en los años ochenta los Van Van fueron considerados, por algunos especialistas, como decadentes, guapachosos, que acuden al fetichismo de los sombreros y ropas estrambóticas.
Señalaban que: “las letras actuales de la música cubana bailable dejan mucho que desear. Los Van Van, al menos como dicen ellos mismos, se van por encima del nivel. Canciones como Qué palo, Sandunguera, Muévete, se explican por sí solas. Además, la forma y el modo de interpretarlas, los gestos, rayan en lo obsceno.”
Es cierto que en ocasiones los contenidos de algunas palabras son alterados por el llamado doble sentido (tradición presente en la música cubana y del que ya hablamos en nuestro artículo llamado “El arte del doble sentido”).
Para aludir a temas picarescos es ideal este recurso, que no tiene por qué vulgarizar la canción. El doble sentido en cada uno de los textos de las canciones demuestra que una palabra puede variar su significado dependiendo de su contexto.
El Tren de la música cubana: ¿popular o vulgar?
Calificar de vulgar el amplio repertorio de los Van Van pareciera una consideración superficial y extremista pues desde una perspectiva estrictamente lingüística, no está rozando con la vulgaridad.
Entonces, por qué menospreciar creaciones populares, por qué calificar de burdo el doble sentido de la música popular bailable, si son procesos lingüísticos que evidencian, notablemente, una evolución del habla de un pueblo.
Los textos de Juan Formell y Los Van Van demuestran que el habla en Cuba también pasa por períodos de vulgaridad y de selectividad, pues se renueva, fresco y gracioso, todo el tiempo.
Como dice el filólogo, dialectólogo y catedrático español Dr. Manuel Alvar: “el hablar cubano es dulce como el guarapo y picante como el ají guaguao”.
Letras de Juan Formell y los Van Van.
Recuerda que puedes encontrar las letras de Van Van y otras muchas canciones en la lista de Spotify «El Barbero de la Habana». O mejor, puedes venir a escucharlas conmigo al SON DE LAS TIJERAS.
Temba, tumba, timba
Tumba cutara, cutamba, tacumbara
Tumba cutara, cutamba, tacumbara
No, no cojan lucha,
nena, ven y baila
sólo como bailo yo.
Chumba cachim cachom, chachomba, cotomba.
Chumba cachim cachom, chachomba, cotomba.
La titimanía
Ya ese tiene la titimanía.
Esa es la enfermedad de los titis,
Y como hay caballero (…)
Ya ese tiene la titimanía,
yo no sé qué me ha pasado
pero confieso se me ha pegado.
Ya ese tiene la titimanía,
yo sé que tiene la titi… la titi… la titimanía.
Ya ese tiene la titimanía.